Anoche conversaba con mi esposo y me llamó mucho la atención una frase que dijo:
"No es lo mismo hacer la voluntad de Dios que dejar que Dios haga Su voluntad en ti"
¡Es cierto! Cuando uno cree que está en lo correcto haciendo lo que Dios dice en Su Palabra, pero nada resulta bien, te preguntas, ¿Qué estoy haciendo mal? "Señor, si estoy haciendo tu voluntad ¿Por qué.... ?"
Y es porque estamos tratando de hacer la voluntad de Dios por nosotros mismos como un instrumento desafinado, cuando lo que en realidad Él quiere es que dejemos de "hacer" para que Él nos use como un instrumento afinado, pero en Sus manos. Nosotros no podemos afinarnos a la armonía de Dios por nuestros propios medios, simplemente no tenemos la capacidad para hacerlo, pero si nos rendimos a su perfecta voluntad y dejamos que se manifieste en nosotros, estaremos haciendo lo que en realidad debemos hacer, dejar que Dios haga su voluntad en nosotros.
Foto: El mítico David, rey de Israel, tocando la lira, según una miniatura etíope del s. XV que se conserva en la Biblioteca Nacional de París.
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