En estos días todo ha cambiado. Estábamos muy entusiasmados buscando un nuevo hogar para vivir, pero nos ha costado mucho. Además nuestros ingresos se redujeron drásticamente a la mitad. Más encima se me rompió una muela y las cuentas van llegando cada día y surgen gastos imprevistos.

Amigos, debo reconocer que estoy muy abrumada. He echo todo lo que está en mis manos. Hemos visitado departamentos, llamado a distintos lugares, Juank se ha esforzado al máximo en su trabajo, y aún así parece que todo sale mal. Es cierto que de dinero no se vive, pero es taaan necesario...

Y me pregunto ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Tendremos que volver a vivir con nuestros padres? ¿Debo dejar a mi hijo en sala cuna al cuidado de extraños para volver a trabajar? No sé.

Pero hay algo que sí puedo hacer, y debo hacerlo: orar sin cesar.
Siempre he sido mala para eso, y he intentado muchas cosas para ponerme a cuentas con Dios en ello, pero una vez más, debo tomar las riendas y enmendar mi error y ORAR, ORAR
y ORAR.

La abuela (wely como solemos decirle) hizo para Matías, una preciosa manta a cuadros hecha con lana que reutilizó de chalecos viejos. Es muy abrigadora y un clásico que hasta estos días está de moda y cuyo valor sobrepasa lo monetario, por todo el amor y el esfuerzo dedicado por parte de la wely.

Para que vean que el reutilizar no requiere de gran dificultad, sólo basta con ser creativa. Y quién más creativa que la abuela!

Y tu abuela, ¿Qué manualidades maravillosas ha hecho?

Realmente estoy muy entusiasmada aprendiendo organización en el hogar. Es que mi gran falencia como dueña de casa es que soy desordenada y siempre dejo para mañana lo que puedo hacer hoy. Así que aprovecho de contarles lo que he aprendido esta semana.

1. Lleva una libreta donde apuntar tus quehaceres, o una pizarra si gustas. Algunas chicas pegan notas en el refrigerador! Qué harás de cenar, cosas por comprar, trámites, áreas que limpiar, etc.

2. Chequea la lista varias veces durante el día, marcando lo que ya has hecho. Si gustas puedes ubicarlos en orden cronológico o por prioridad.

3. Cuando te levantes, haz tu cama inmediatamente.

4. Despeja las superficies para ordenar de forma rápida, la mesa del comedor, el escritorio, el velador, la mesa de café, el mostrador de la cocina, etc.

5. Si tienes hijos, coloca los juguetes en un canasto o caja.

6. Barre el piso y si te alcanza el tiempo, trapea con un desinfectante.

7. Repasa las superficies con un paño húmedo con desinfectante, para arrancar el polvo.

8. Deja la ropa sucia en la lavadora y echa a andar la máquina.

9. Lava la taza de tu desayuno.

10. Limpia el baño al menos superficialmente.

Inténtalo tú también! Tu vida será menos caótica...

En la vida parece que tuviéramos la libertad para hacer todo cuanto nos plazca, pero NO TODO NOS CONVIENE.

Hay alguien que lo sabe muy bien y ha trazado los pasos correctos. Tú puedes seguir tus propios pasos y tal vez no te pase nada malo, o tal vez sí. Siempre tendrás esa incertidumbre. Pero siguiendo los pasos que Dios ha trazado, NUNCA TE EQUIVOCARÁS, porque estarás siguiendo los pasos correctos: los pasos de Jesús.