Un espectáculo de lujo, corona los sueños de los niños. Jamás imaginamos que veríamos un gigante de verdad. En la Biblia Goliat no era tan grande, pero era de carne y hueso.
Pero la Pequeña Gigante y su tío Escafandra, deslumbraron no solo con su tamaño, sino con la magia de los cuentos. Espero verlo en persona la próxima vez.
Gracias, Chile por este hermoso regalo de cumpleaños del Bicentenario.
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