Confesiones

Resolviendo conflictos: La LLave

19.1.10

El otro día me encontré en una de esas situaciones que uno nunca quiere encontrarse. Una persona muy querida me pidió que hiciera algo que a mi juicio era incorrecto, pero que a ojos de los demás es algo normal y lógico estando en un aprieto. La verdad es que al principio quería decir que sí. Esta persona se quedaría en nuestra casa mientras nosotros estuviéramos lejos, pero no estaría sola. Eso complicó las cosas, porque por un lado yo no quería que nadie tuviera nada malo que decir de esa persona por encontrarse a solas con alguien más, pero además era mi casa! en parte era mi responsabilidad si mi esposo y yo lo permitiríamos o no. Pero por otro lado estaba el hecho de que es nuestro hogar, y es necesario colocar límites. Aunque a otros les parezca absurdo. ¿Por qué?
Conozco alguien que tiene un auto. Esa persona se la pasa sufriendo porque no ha podido decir que no cuando se lo piden, y ahora todos opinan y quieren ocupar el auto, aunque esa persona se encuentre lejos, incluso fuera del país. Yo lo veo de la misma manera para nuestra casa. Si no se dejan establecidos los límites, todo mundo la considerará su casa... pero aunque todos son bienvenidos, eso no significa que puedan disponer de ella cada vez que lo deseen.
Cuando uno es cristiano, tiene que poner límites que a lo mejor los demás no los considerarían necesarios, pero es nuestro deber velar por nosotros mismos y por nuestro testimonio frente a los demás. De lo contrario, si hicieramos lo que hace todo mundo, nadie vería la diferencia y dirían, "Oh! con que eres cristiano? no lo había notado?!" Debemos ser luz, para que las tinieblas conozcan la luz... por ahora, solo espero que esa persona me comprenda y me perdone.

You Might Also Like

0 - comenta aquí

SUBSCRIBE

Like us on Facebook