Hola denuevo. Aquí estoy, gordita y esperando a que nazca mi Matías.
Y por qué no decirlo, quejándome un poco también de tantas cosas que no puedo hacer, como ponerme mi ropa más linda, comer cualquier cosa que se me ocurra, tomar café helado (uff, lo extraño), moverme con más libertad, abrazar a mi esposo sin que mi abdomen se interponga jiji, pero sobre todo extraño comer de todo.

No lo tomen a mal, no me estoy quejando, es solo que extraño ciertas cosas que me hacen feliz, pero vale la pena toda esta espera y estas incomodidades por ver a mi bebé pronto. A veces imagino cómo será. El otro día fuimos a hacer una Eco y salió clarito cómo abría su boquita y al parecer su perfil se parece mucho al mío. ¡Que lindo! Me muero por verlo y darle besitos.

En resumidas cuentas, vale la pena... y seguiré esperando 4 semanas más, un poco aterrada sobre todo porque estoy sola en casa, pero sé que Dios está conmigo, aunque yo no sea su hija ideal, sé que Él me ama, porque su Palabra lo dice.