Hola a todos: hoy quiero contarles algo maravilloso que me ha pasado, aunque todo comienza con algo un tanto doloroso, pero tiene un final feliz.
El dÃa de hoy amanecà con dolores muy fuertes en mi espalda, comà algo, me levanté y después de ir al baño (recuerden q estoy embarazada - 9 semanas) comenzé a sentir un fuerte dolor, más que fuerte, Insoportable! dolor en la zona lumbar de mi espalda. Hasta entonces habÃa olvidado que tenÃa una leve escoliosis de 15º en esa zona de la espalda.
La cosa es que no podÃa soportar el dolor. Tanto que no podÃa permanecer de pie y me dolÃa tanto que comenzé a llorar y le pedà a mi esporo Juan Carlos que llamara al doctor para preguntarle si era normal tanto dolor considerando las circunstancias. Bueno, no pudieron ayudarme mucho por teléfono, era obvio q debÃa ir a la consulta a revisarme. Pero era demasiado dolor como para salir, y el médico está a casi 1 hora de viaje en auto.
Comenzé a desesperar, clamé y clamé a Dios y nada, no se me quitaba el dolor, estaba muy mal, asustada, adolorida e impotente. Hasta que le pedà a mi esposo que orara por mÃ. Por un momento pensé que tal vez mis oraciones no eran escuchadas, o que habÃa estado tan alejada ultimamente y no habÃa orado con regularidad que pensé por un momento que era totalmente justo que Dios permitiera esta situación para hacerme entrar en razón.
Sin embargo, cuando mi esposo oró por mÃ, su oración fue tan sincera y tan desinteresada, con frases como "si es tu voluntad, Dios"... que entonces recordé ese texto que dice "pedÃs y no recibÃs, porque pedÃs mal"... entonces recapacité y me di cuenta que Dios no estaba haciéndome pasar por esto, era yo misma la que permitÃa que sucediera porque mi oración era más como un reproche que una súplica, estaba tan llena de dolor y tan falta de fe que era obvio que estaba orando mal.
Finalmente, después de unos minutos que mi esposo oró por mÃ, el dolor tan espantoso, desapareció completamente. Ya va a anochecer y el dolor no ha regresado.
Solo puedo decir, con toda franqueza que DIOS SI ESCUCHA LAS ORACIONES de quienes le aman, solo tenenos que tener fe en lo que pedimos, fe en Dios que nos escucha, y fe en que su voluntad es buena, justa y perfecta, y nunca cuestionarla.
Espero que este mensaje los motive, amigos, a orar, con frecuencia, a buscar una relación con Dios. Él escuchará y Él responderá a tu oración según su voluntad.
Ale
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